viernes, 3 de noviembre de 2017

Carlos II ecuestre atribuido a Sebastián Herrera Barnuevo (Subastas Isbilya)

Fig. 1. Retrato ecuestre de Carlos II, atribuido a Sebastián de Herrera Barnuevo. 

La casa de subastas sevillana Isbilya ha hecho público recientemente un retrato inédito ecuestre del rey-niño Carlos II a la edad de ocho o nueve años (Fig. 1). El Rey lleva media armadura, con coraza o peto y brazaletes. Monta un brioso caballo blanco que conduce a la batalla, escenificada al fondo y que se ve bajo las patas del animal. Carlos II perfectamente erguido y con la mirada puesta en el espectador blande el bastón de mando con firmeza. Un águila, tradicional símbolo de la Casa de Austria, asoma volando por encima de su cabeza y aproxima con su pico una corona de laurel a la cabeza del monarca. El fondo es una confusión de nubes, humo de la batalla y los reflejos luminosos de las últimas luces del atardecer.

El retrato remite a modelos previos como el retrato ecuestre de Felipe IV, su padre, que pintase Rubens y que se perdió en el incendio del Real Alcázar de Madrid en 1734, pero del que se conserva una réplica en la Galleria degli Uffizi de Florencia o el del príncipe Baltasar Carlos de Velázquez para el Salón de Reinos del Buen Retiro, hoy en el Museo del Prado. Por otra parte, el lienzo de Isbilya recuerda a otras obras atribuidas a Sebastián Herrera Barnuevo, como el retrato de Carlos II ecuestre de Patrimocio Nacional (Fig. 2), del que existen varias réplicas como las del Museo de Bellas Artes de Cádiz, o la del Museo del Hermitage de San Petersburgo. Además, el rostro del monarca recuerda enormemente a otros retratos atribuidos a Herrera Bamuevo en que el rey-niño aparece de cuerpo entero como los que se conservan en la Colección Gil de Barcelona, Palacio de Hampton Court de Londres, Museo del Hermitage de San Petersburgo y uno de los dos ejemplares del Museo Lázaro Galdiano.

Fig. 2. Retrato ecuestre de Carlos II, obra de Sebastián de Herrera Barnuevo. Palacio Real de Madrid, Patrimono Nacional.

La mano derecha es desde el punto de vista formal idéntica a la que presentan los retratos de Herrera Barnuevo reconocidos. Además, la misma forma de enmarcar el regio rostro infantil con una larga cabellera rubia rizada es la propia del maestro. Sebastián de Herrera Barnuevo ocupó el importante cargo de Pintor de Cámara en 1667, al quedar éste vacante por fallecimiento de su antecesor, Juan Bautista Martínez del Mazo, ejerciendo este cargo hasta su propia muerte en 1671. Será precisamente Herrera Barnuevo uno de los primeros pintores que se ocuparon de proyectar la imagen oficial de Carlos II. A partir de este momento desarrolló su labor como retratista regio, con la creación de algunos de los nuevos modelos iconográficos más significativos de todo el reinado, lo cual supone un verdadero punto de inflexión en la evolución y transformación del retrato de Estado hacia unas fronteras nunca alcanzadas anteriormente en la historia del retrato regio en España y que son consecuencia de la propia situación política del momento, la de una regencia sobre un enfermizo rey-niño, al que ere necesario dotar de normalidad y majestuosidad.

Según la casa de subastas, la pintura bien podría haberseejecutado hacia 1669, año en que también obtuvo el cargo de Conserje del Escorial. Su atmósfera bélica podría además retrotraer a aquellos años que son los de la conocida como Guerra de Devolución (1667-1668) en lo que la Monarquía Hispánica tuvo que hacer frente a Luis XIV en los Países Bajos y Cataluña y que fue el primer conflicto del reinado de Carlos II.


Fuentes:

  • Pascual Chenel, Álvaro: "Sebastián de Herrera Barnuevo y los retratos ecuestres de Carlos II durante su minoría de edad. Fortuna iconográfica y propaganda política" Revista Reales Sitios, 2009.

2 comentarios:

  1. Por lo que deduzco de esta entrada, el retrato no era conocido o al menos estaba en manos privadas y no se tenía acceso a él. En todo caso me parece un retrato magnífico, seguidor de los modelos ecuestres de Velázquez. Herrera Barnuevo, aunque poco conocido (si lo es para mí es gracias a Cipriano), deberia ocupar un lugar de honor entre los pintores del siglo XVII español.
    Un saludo

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    1. Así es Carmen, estaba en manos privada. Herrera Barnuevo es uno de los grandes, un hombre polifacético que destacó en la pintura, el dibujo y la arquitectura. Merece un mayor reconocimiento porque sue, sin duda, uno de los grandes.

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