martes, 14 de diciembre de 2010

EL ARCHIDUQUE LEOPOLDO GUILLERMO: MECENAS Y COLECCIONISTA (PARTE II Y FINAL)

Frontispicio con el retrato de Leopoldo Guillermo en el “Theatrum Pictorium”. Bruselas, 1660.

Contra la forma de proceder propia de los reyes de España, pero de acuerdo al gusto de la nobleza inglesa y francesa, de algunos burgueses y nobles flamencos y a la tendencia a dejarse retratar visitando gabinetes que mostraron los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia, al archiduque Leopoldo Guillermo hizo que David Teniers le retratase repetidamente en medio de sus pinturas, declarando así con un complacido orgullo su creciente condición de coleccionista. No es infrecuente que en tales imágenes aparezcan a su lado el mismo Teniers, como encargado de sus cuadros y pintor de cámara que era desde 1651, y personajes amantes de la pintura o coleccionistas, como el Conde de Fuensaldaña o Antoon Triest, obispo de Gante. Los cuadros que aparecen en tales composiciones, siempre ejecutados de manera que resultan reconocibles, fueron objeto, además, de un volumen, el “Theatrum Pictorium”, cuya primera edición apareció en Bruselas en 1660 (en latín, francés, español y neerlandés) (1), y que constituye la obra más ambiciosa de Teniers. Este catálogo, con 243 grabados de las pinturas que componían las colecciones del archiduque Leopoldo Guillermo, fue un trabajo colectivo (11 grabadores) de varios años dedicados a la elaboración de copias y grabados de los cuadros italianos más representativos de dicha colección. Ello contribuyó enormemente a hacer propaganda de la pinacoteca archiducal y con ello a acrecentar la gloria del que había sido su señor, a la vez que promocionaba socialmente la pintura.

El “Theatrum Pictorium” forma parte, como queda dicho, de una campaña de promoción social de la pintura. No sorprende, pues, saber que los gastos de la producción y publicación corrieran a cargo de Teniers y no del Archiduque, aunque, sin duda, Leopoldo Guillermo apoyó la empresa, que no hubiera sido posible sin su permiso y colaboración (el Archiduque dejó incluso algunos cuadros atrás para copiar cuando partió en 1656 camino de Viena).

El objetivo de reivindicar la nobleza del arte de la pintura se observa tan pronto como se abre el libro, en el frontispicio con el retrato de Leopoldo Guillermo (imagen superior). A la izquierda aparece Minerva, diosa de las artes, apuntando a la efigie del Archiduque como uno de sus seguidores. En el lado izquierdo del marco hay un bastón de mando, símbolo del poderío militar de Leopoldo Guillermo, mientras que a la derecha Teniers sitúa unos pinceles, una paleta y un tiento, símbolos de la devoción del Archiduque al arte de la pintura. En la base del edículo hay dos pinturas de la colección del Archiduque, el llamado “Bravo” (Viena), entonces atribuido a Giorgione y ahora a Tiziano, y la “Violante” (Viena) entonces asignada al Palma el Viejo y ahora a un seguidor de Tiziano. Hay también un álbum de dibujos abierto, y arriba un “putto” que hace de conservador volante, alzando un cuadro por los aires para completar la instalación del nicho.


La galería del Stallburg en un grabado del “Theatrum Pictorium”, obra de Van den Steen sobre dibujo original de Van Hoy.

El “Theatrum”, iniciado durante la estancia del Archiduque en Bruselas, se completó una vez que éste había abandonado ya su cargo de gobernador general de los Países Bajos, con una descripción de cómo estaba dispuesta la colección en las galerías de Viena, así como con una estampa que muestra la colocación de la pinturas en la galería del Stallburg, y es que, como se ha dicho en anteriores entradas, tras abandonar su cargo de gobernador de los Países Bajos, Leopoldo Guillermo alojó su enorme colección de pinturas en esta parte del Palacio de Hofburg, residencia imperial en Viena. En 1659, además, hizo catalogar sus cuadros en un inventario extremadamente detallado, que aún hoy se considera ejemplar, y en el cual se dan indicaciones exactas de los nombres de los maestros, medidas, etc.

Tras su muerte (1662), el archiduque Leopoldo Guillermo, dejaría en su testamento la colección a su sobrino, el emperador Leopoldo I.

El Palacio de Coudenberg, obra de Jan Brueghel el Joven y y Sebastian Vrancx.

Por último, me gustaría dedicar algunas líneas a las reformas que Leopoldo Guillermo introdujo en el Palacio de Coudenberg de Bruselas, que fueron las más importantes las más importantes llevadas a cabo en la distribución y decoración de los apartamentos reales tras la salida de los archiduques Alberto e Isabel Clara Eugenia. Alargó la habitación de su despacho, hizo una biblioteca en sus apartamentos y en la galería del “cabinet” donde dispuso su espectacular colección de pinturas, tal y como ejemplifican los cuadros de David Teniers representando el interior de estas salas que daban al Warande o jardín; modificó el pavimento sustituyéndolo por piezas de mármol blanco y negro, reforma que sufragó y concluyó don Juan José de Austria puesto que hay constancia de que pagó nada menos que 70.000 florines (2). Por diversas fuentes se sabe que también se acometieron reformas en las cubiertas de la capilla real que fueron revestidas por Leo van Heil en 1655 con paneles de cobre (3).

A modo de conclusión, se puede decir que el archiduque Leopoldo Guillermo explicitó aún más los nuevos criterios del coleccionismo principesco. En su testamento legaba a su sobrino Leopoldo I sus pinturas, esculturas y medallas, refiriéndose a ellas como “lo mejor y más querido de todas mis pertenencias”.



Fuentes principales:

* Brown, Jonathan: “El triunfo de la pintura. Sobre el coleccionismo cortesano en el siglo XVII”. Madrid, 1995.

* González Asenjo, Elvira: “Don Juan José de Austria y las artes (1629-16799)”. Fundación de apoyo a la historia del arte hispánico. Madrid, 2005.

* Sáenz de Miera, Jesús: “El archiduque Leopoldo Guillermo y el emperador Leopoldo I”. SEACEX, 2003.

Notas:

(1) Hubo una segunda edición en latín publicada en Amberes en 1684 por Jacob Peeters y una tercera también en Amberes por H.Y.C. Verdussen y finalmente una cuarta que apareció en 1755 en francés.

(2) A.G.R.B., Oc. 135 y 193. Apud. Saintenoy, 1932-35, vol. III, pag. 105.

(3) VV.AA, Bruselas, 1991, pag. 123.

29 comentarios:

  1. Menuda biblioteca podría hacer en esos apartamentos, monsieur. Había suficiente espacio para hacerla.
    Verdaderamente, con una coleccion como la que llegó a tener, no me extraña que fuera lo más querido de todas sus pertenencias.

    Feliz día, monsieur

    Bisous

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  2. Madame: desde luego que sí, un buen palacio se montó jejeje. No había duda que amaba a las colección a la que había dedicado media vida.

    Un beso.

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  3. Reyes y aristócratas, por un lado para llenar sus palacios y la Iglesia por otro para llenar sus templos fueron el sustento del ejército de artistas que nos han dejado tan enorme patrimonio artístico, afortunadamente. Me han gustado estos dos artículos dedicados al archiduque, pero también al arte. Desconocía la exitencia de los cuadros de cuadros de Teniers que me han impresinado mucho. Verlos al natural deber ser una gozada. Saludos.

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  4. Vamos, que este hombre era un auténtico "manitas" en todo lo relacionado con el arte, la restauración (de edificios, claro) y la decoración. El buen gusto en definitiva.
    ¡Ay si todos los políticos y gobernantes hubieran apostado por la cultura!
    Un saludo.

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  5. Yo creo q esos cuadros de colecciones de cuadros era una especie de catálogo de la exposición... una forma de enseñar lo que se tenía pero sin dar acceso a las pinturas en si mismas, algo que supongo estaría reservado a la esfera más intima...

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  6. Lo que me ha gustado es la publicidad gratuita de Teniers en la parte inferior del frontispicio. ¡No sabía "ná" el maestro...XD! Aunque ese "marketing" directo lo he visto en más grabados de la época y posteriores.
    Un abrazo¡

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  7. Que grata obesesividad, tenìa este señor con el "coleccionismo".

    Rara la costumbre de retratarse, con sus pinturas.

    Se ve que las amaba.

    un abrazo.

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  8. El nivel cultural de buena parte de la realeza y de la alta nobleza resulta admirable. Todo esto que tan bien describes lo demuestra.

    Saludos.

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  9. Un gran mecenas Leopoldo Guillermo, sin lugar a dudas. Podría rivalizar con el mismísimo Felipe IV sin ningún género de dudas. De todas formas, y como todo buen defensor de las artes, fue también un amante de que se le recordara, de que su legado se perpetuara y al menos se le recordase por la posteridad. Si no, ¿por qué aparecer entre sus queridos tesoros en los cuadros de Teniers?

    Saludos

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  10. Desdelaterraza: desde luego que la nobleza y realeza junto a la Iglesia han sido a lo largo de la historia los mayores impulsores del arte, la mayoría de las veces en su propio beneficio. Me alegra que te hayan gustado las entradas, si pasas por el Museo del Prado puedes ver uno de los cuadros de Teniers en la parte dedicada a los pintores flamencos.

    Un saludo.

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  11. Cayetano: ya sabes que en los tiempos modernos apostar por la cultura parece que no esta de moda por desgracia, basta ver los borregos y cenutrios que nos gobiernan.

    Un saludo.

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  12. José Luis: así es, has cotado la idea perfectamente, lo que se pretendía era dar a conocer la grandeza de la colección y de su poseedor.

    Un saludo.

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  13. Javier: jejejeje de algo había que comer y la firma del artista era como una marca de calidad ;)

    Un abrazo.

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  14. Gaucho: ya lees que era algo de lo que más amaba en su vida.

    Un abrazo.

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  15. Retablo: era gente culturalmente muy preparada pues eso era otro signo de nobleza y realeza.

    Un saludo.

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  16. Carmen: Felipe IV y Leopoldo Guillermo fueron probablemente los mayores mecenas del siglo XVII europea y desde luego ésta fue una de sus mayores glorias, de ahí que ansiasen tanto hacerse representar como mecenas de las artes.

    Un saludo.

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  17. Te copi aquí lo que me has preguntado, por si no lo ves:

    Carolus II: hay algunos libros que tongan cuestiones relacionadas con el ducado de Béjar por ejemplo
    "Documentos Sobre Los Seis Primeros Duques De Bejar" de Anastasio Rojo Vega o el artículo de Francisco Glicerino Conde Mora sobre los duques de Béjar en Historia 16. Pero no hay nada escrito que de una panorámica general sobre la Casa Ducal. Existen buenos artículos sobre aspectos concretos como El Bosque, el mecenazgo ducal y Cervantes, pero un libro que lo integre todo no.

    No obstante le recomiendo las revistas publicadas por el Centro de Estudios Bejaranos que en ellas hay cosas muy buenas sobre distintos temas de la Historia de Béjar.

    Besos

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  18. Carmen: muchísimas gracias por la información, iré buscando los artículos que comentas...si por casualidad tienes alguno en pdf me lo podrías enviar por correo? Gracias.

    Besos.

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  19. A ver, el de Conde Mora no le tengo, así que nada de nada. Sobre el libro de Anastasio Rojo Vega se puede comprar online y me temo que para adquirir la revista del CEB es necesario venirse a Béjar. De todos modos te pongo el enlace del CEB para que veas sus publicaciones http://www.cebejaranos.com/. Tambien puedes consultar el blog del Grupo Cultural San Gil donde verás los libros sobre el Bosque (4 sobre unas jornadas que hubo hace tiempo) http://blogs.i-bejar.com/san-gil/. También existen las publicaciones de la revista de la Camara de Comercio que se entrega gratuita (esa sí que podría escaneartela, al menos las de los 3 últimos años) y el Béjar en Madrid saca un especial todos los años. A ver si puedo enviarte alguno. Como ves se publica mucho.

    Si quieres alguno de los que he publicado yo te lo puedo enviar. De moemento he publicado en la revista del CEB, especial Béjar en Madrid, Cámara de Comercio, revista de Gibraleón (en prensa), Catálogo Edades del Hombre (dos últimas ediciones) y tengo en proyecto un artículo para una revista de educación de Salamanca, revista de folclore y congreso internacional mariano de Gibraltar (en prensa).

    Besos

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  20. Por cierto, aquí en este enlace puedes ver un pco lo que hay publicado, siempre que tenga ISSN o ISBN http://dialnet.unirioja.es/servlet/busquedadoc?db=1&t=B%C3%A9jar&td=todo

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  21. Carmen: muchas gracias por lo enlaces, me iré pasando uno por uno y rebuscando, Me encantaría que me enviases tus publicaciones desde luego ;)

    Un beso.

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  22. Yo creo que con mecenas como el archiduque en todas las cortes europeos hubiese cambiado mucho antes la consideración social del artista como artesano a artista artista. Velázquez luchó toda su vida por la consiceración de su arte como un hecho noble, distinto al trabajo manual, pero otros muchos no lo consiguieron. Sin duda, el archiduque era un hombre de amplias miras. Un saludo, majestad.

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  23. Paco: desde luego que muchos lucharon por convertir a la pintura en un arte noble, entre ellos el gran Velázquez, como bien dices, que sólo al final de sus días vió reconocidos sus méritos con un hábito de Santiago.

    Un saludo.

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  24. Espero que “lo mejor y más querido de todas mis pertenencias” fuese del agrado del emperador, porque si no hay para matarlo (además de por "traidor" a la casa de Austria de las Españas)

    Saludos, Albero.

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  25. Jordi: pues a decir verdad, Leopoldo I no fue un gran amante de la pintura, sino de otro tipo de coleccionismo como medallas y esculturas...algún día lo veremos...y sí, desde luego fue un traidor a la familia de Madrid ;)

    Un abrazo.

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  26. Para tu cita del día 23 ya tengo preparado algo.
    Lamenté no poder llegar a tiempo de tu anterior llamada.

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  27. Ya me tienes de neuvo por aquí, amigo, un placer como siempre.

    Saludos y un abrazo.

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